Prédicas para Jóvenes: Manteniendo una perspectiva correcta
por Esteban Reina
El libro de Deuteronomio parece ser la carta que refleja el corazón de Moisés antes de que entraran a la promesa. Su corazón era que Israel siguiera a Dios, pero que permaneciera, que siguiera obedeciendo a Dios hasta el final.
Entendamos que al haber recibido a Cristo, al haber rendido nuestras vidas a Jesús y hacerle nuestro Señor, ya no es un problema de El reino de las tinieblas VS. El reino de la luz, sino que el problema en realidad es: “El reino de Dios VS mi Propio Reino”. Porque ya no somos parte de las tinieblas. Ahora bien, lo más que permanecemos en nuestro reino poco a poco vamos a terminar otra vez en el reino de las tinieblas.
Mantener una perspectiva correcta se trata de volver a ordenar nuestras prioridades. Te recuerdo que si no estás dispuesto a hacer a Dios tu mas primordial prioridad entonces te equivocaste de Reino, porque en el Reino de Dios, DIOS MANDA.
- ¿Qué espera Dios de nosotros? Esto demanda el Rey de nosotros: Dt. 10:12-13
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”
- Es súper claro que Dios sabe lo que quiere, y nuestro comportamiento en su reino debe ser como él quiere que sea, no que nos comportemos como niñitos malcriados, que cuando les dicen “NO” lloran y hacen berrinche.
- ¿Acaso puedo ir a la tienda y tomar lo que quiero y no pagar? ¿Acaso le puedo dar órdenes yo al presidente de la nación? ¿Acaso podemos cambiar de trabajo cuando queremos? ¿Acaso podemos nosotros despedir a un empleado sin ser los jefes? NO! ¿Entonces porque somos tan reacios a obedecer a Dios y persistimos en sobre poner nuestra voluntad sobre la de Él?. Debemos rendirnos ante Dios de una vez por todas.
- Lo que estoy tratando de enfatizar es que tenemos que volver a poner las cosas en su lugar, donde Dios es primero y no lo que yo quiero. La sociedad en la que vivimos hoy estar solamente enfocada en ella misma, y tenemos que romper con eso para poder seguir a Dios.
- Dios demanda cosas de nosotros:
i. TEMOR: Dios debe ser respetado, honrado en todo, y esto es un comportamiento que se adquiere con disciplina. Si piensas que Dios te debe algo, pues nunca le vas a respetar, pro que ¿quién respeta al deudor?.
ii. OBEDIENCIA: Otra cosa que viene de una decisión lógica. No tiene nada que ver en cómo nos sentimos, sino en quien ordena y cuál es el resultado de esa acción. Es hacer lo que la manda creyendo que es lo mejor aun cuando tú tienes otras ideas y planes para la misma situación. Eso es sumisión.
iii. AMOR: ¿Acaso es posible obligar a alguien a amar? No. ¿entonces por que Dios manda que le amemos? Yo estoy convencido de que es un mandamiento, por que este es el GRAN ANHELO DE NUESTRO PADRE; el que tú y yo decidamos amarle. Amor no es “un sentimiento dulce que corre por el corazón de vez en cuando”, amor y servicio van juntos. Amor es el estimar a una persona en lo más alto en total rendición. Es el querer agradar a alguien, el interés en que el otro sea bendecido. No hablamos de un amor romántico, pro que Dios no es humano como para que se lo ame como amamos a nuestra esposa. El romanticismo no expresa todo lo que es amar, es solo una parte. Cuando hablamos de amar a Dios hablamos de darle todo solo pro querer darle, agradarle, conocerle, ser mas como él. Esto es un amor entrañable.
- No se te puede obligar a amar a Dios. Tienes que querer hacerlo tu, y esto te vuelve a llevar aquel para amara alguien hay rendir tus propias cosas y el amor a ti mismo.
- Bien sabemos que cuando amor significa que hay un compromiso, y de ahí el servicio viene solo.
iv. Por último vemos otra vez, que todo esto nos beneficia a nosotros, nos trae prosperidad. Sin embargo nosotros exigimos prosperidad sin cumplir ninguna de las tres cosas descritas anteriormente, y cuando vemos que la pasamos mal de alguna manera ale echamos la culpa a Dios.
v. Otra vez comenzamos a perder la perspectiva, porque no nos acatamos a las reglas que Dios pone. Dios tiene que ser lo primero.
vi. Se con total certeza que nada de lo que tu tengas que hacer o lograr en la vida es más importante que poner a Dios en primer lugar. Es una lucha constante, una decisión que se toma cada día.
La conclusión será publicada en 4 dias, suscríbete para recibirla en tu email! Haz click aqui para suscribirte a Predicas para Jóvenes por Email