La perspectiva Correcta – Parte II

Prédicas para Jóvenes: Manteniendo una perspectiva correcta – Parte II
por Esteban Reina

Puedes ver la primera parte aquí:


  1. Predicas para jovenes: Perspectiva correcta2. Es fácil perder la perspectiva con la que empezamos. (Dt. 9:4-5)
    1. Todo estamos aquí porque queremos seguir a Dios, algunos más que otros, algunos demasiado en el fondo, pero todavía lo quieren. ¿Alguna vez te has preguntado porque no eres ahorita lo que deberías ser? Tome unos minutos y hágalo.
    2. Creo que el problema es, si bien puede ser que nunca en realidad entregaste tu vida, pero si lo hiciste, creo que el problema está en que tú y yo nos acomodamos. Es fácil dejar las cosas para después, conformarse con venir a la iglesia regularmente, orar de vez en cuando, etc. Comenzamos a hacer cosas solo porque si. Y es ahí cuando nuestro corazón comienza a engañarnos. Por que a nuestra carne no le gusta que la incomoden, que le digan que tiene que cambiar, y más aún: tiene que morir.
    3. Dios nos ama pero nosotros no somos el centro de SU REINO. El mero mero es siempre él, y nunca va a dejar de serlo.
    4. El seguir a Cristo es una búsqueda diaria, no se trata de solo 3 reglas:

i.      Orar 3 veces

ii.      Leer unos capítulos de la Biblia a la semana

iii.      Asistir a como mínimo un culto semanal, preferiblemente los domingos.
Que errados que estamos!!! La vida no es igual que una receta para un pastel, la vida sin Dios primero se te va a complicar demasiado.

  1. En esta mañana te estoy retando a hacer una mirada introspectiva a ti mismo. A que comiences a analizarte. ¿estoy viviendo para Dios, o estoy viviendo tratando de que Dios viva para mí?.
  2. ¿Qué dice tu corazón: “Que suerte que me tienen en la iglesia” o dice “que suerte que estoy en la iglesia”? Se trata de tener la perspectiva correcta.
  3. Hoy más que nunca necesitamos ver la presencia de Dios manifestada en poder y gloria, en milagros, sanidades, cosas extraordinarias, en maravillas, esas cosas que hasta parecen sacadas de una películas. ¡Pero Dios no le da una antorcha encendida a un niño, o un cuchillo a un mono, o un carro a un ciego!
  4. Estamos tan cómodos que nos importa un tomate que la gente a mí alrededor se va quemar en el infierno. NECESITAMOS LA MANIFESTACION DE SU PODER, pero solo la ve aquel que busca a mar a Dios, “por que cosas que ojo no vio, ni oído oyó son las que Dios a preparado para los que le aman” (1 Cor. 2:9) No son para cualquiera. La salvación es para todos, pero lo demás debemos buscarlo, alcanzarlo, perseguirlo sin cansarnos.
  5. Si lo mantenemos a Dios a un lado, a un costado y no al frente de nuestra vida nunca vamos a poder vivir en esta vida como el planeo para nosotros, con todas sus bendiciones y promesas de su Palabra. Debemos aprender a poner a Dios primero en cada decisión que tomamos, aun cuando fallamos, poner a Dios primero antes de seguir haciendo otra cosa. Poner la mira en las cosas de Dios, para poder vivir la vida con una perspectiva eterna y no vivir pensando en que ojala llegue a los 80 y poder morir en paz.

 

Conclusión:

Hoy te estoy retando a hacer algo que no es fácil: RENDIR TU VIDA ENTERA ANTE EL UNICO DIOS. No es fácil porque es una lucha constante contra tu misma naturaleza de pecado, y aun más contar todas las tendencias de este mundo en el que vivimos.  Esta es la decisión que tenemos que tomar cada mañana que nos levantamos. Por eso Dios te da la elección, leamos Deuteronomio 11:26-28

He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido”

Más claro imposible. Ahora cuando decimos la maldición no está hablando de ese “gato negro que te persigue” o esa pequeña nube que no deja de llover sobre de ti, no.  La maldición es estar lejos de Dios, solo eso trae una vida de miseria y desesperanza. Eso es suficiente maldición.

Acuérdate que la decisión es tuya, y también recuerda que tú también estas tomando decisión por tus hijos, tu familia, amigos; porque no vivimos solos, nosotros influenciamos en gran manera a mucha gente, y si no es por nosotros, quizás muchos jamás tendrán la chance de acercarse a Dios.

Si no estás dispuesto a decidirte por rendirte a Dios, entonces ya deja de quejártele a Dios, deja de exigirle a Dios. Comienza a darte cuenta que tú decides el destino de tu vida, o lo pones en SUS manos a no. Sigues tú reinando en tu propio reino o te rinde al Reino de Dios.

Te estoy diciendo algo duro, esa clase de predicas que hacen que la gente no quiera volver a la iglesia; ya lo sé, pero ese es el evangelio: rendirnos a Cristo y hacerle a el Nuestro Señor. Nuestro cómodo corazón no lo quiere escuchar, no se quiere rendir.

¿Estas dispuesto a rendirte a EL?