Acercándome a Dios – Parte II

Prédicas para Jóvenes: Acercándome a Dios – Parte II
por Esteban Reina

[Puedes ver la primera parte de esta prédica aqui]

predicas para jovenes: acercandome a DiosLa fórmula

¿Hay entonces una fórmula para que pueda estar con Dios? En realidad no, a veces vemos en la biblia que se acercaban a Dios con alabanzas (salmos), con peticiones  de un solo, todo un ritual, oraciones cortas, oraciones largas, en medio de un pez, en una cueva, en el desierto, etc.…  por que no es tanto el donde o como, sino lo que hay detrás de todo ello: la actitud de nuestro corazón.

“acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” (Hebreos 10.22, RVR60)3

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. ” (Hebreos 4.16, RVR60)[1]

 

Pero ¿Cómo logro esto? Simplemente cuando entendemos que Dios es NUESTRO PADRE. El no es un Dios lejano, un viejo poderoso que solo mira desde los cielos, el es tu Padre, te formo, te hizo, y te trajo a este mundo ¡Y TE AMA!  – (dar ejemplo del amor de mama hacia su bebe que se ha hecho encima y apesta, y solo ella está dispuesta a seguir cargándolo)

Por eso cuando Jesús ensenaba a orar decía “padre nuestro”. No puedes comparar el amor de Dios, es tan grande. Si sabemos que nuestros padres con todas sus fallas y locuras nos aman, entonces cuanto más nos ama Dios.

Es importante que entendamos que nuestro Dios es nuestro Padre, porque entonces entendemos que podemos acercarnos a Él con confianza. Así como con nuestros padres terrenales existe esa mezcla perfecta de confianza y respeto.  Cuando hay sinceridad, no hay miedo sino confianza para acercarnos.

Y Aquí está la importancia de FE. ¿Crees que Dios es quien dice ser hacia ti? Por eso es bueno comenzar simplemente alabando a Dios, reconociendo sus atributos perfectos; yo me he dado cuenta como solo eso, aunque al principio cuesta porque es medio “robótico” y quizás forzado, pero esto mismo, solo escuchar quien es Dios reafirma mi fe, la fortalece, la hace crecer, entonces ahora mi ánimo para buscar a Dios ha mejorado mucho. [Dar ejemplo]

¿Quieres estar donde está El? “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?” (Salmos 42.2, RVR60)[2] Ahora bien, de nada te sirve buscar a Dios si realmente no quieres estar con él. Cuando aceptamos a Cristo aceptamos TODO DE EL, no solo la parte que nos conviene, es muy importante que seas sincero, ¿quieres estar con Dios? ¿Quieres conocerle? ¿O ya tienes un montón de otras cosas que satisfacen tu vida? (este es un buen tiempo para parar y orar si es necesario. Algunos necesitaran arrepentirse y entregarse a Dios otra vez.

¿Cómo te acercas a pedirle algo a tu mama?

  1. a. ¿Comienzas con un gran monologo de alabanza pro alguna característica?
  2. b. ¿Vienes antes “su presencia” con cantos?
  3. c. ¿será que le traes un perro degollado sobre un altar?

Vienes confiado; con solo unas pocas palabras puedes expresarte, inclusive a veces tu propio rostro hace que ellos te pregunten a ti que está pasando, y juntos encuentran alguna respuesta. Así es con Dios. No se trata de una forma específica sino de tomarme el tiempo de presentarme a hablar con él.

A veces comienzas a hablar de un solo, otras veces te quedaras un rato callado, otras cantaras un canción porque solo quieres darle gracias, otras veces comenzaras a derramar tu corazón llorando, etc.… no se puede planear, el asunto es presentarme ahí, en ese lugar preparado para tener una cita privada con Dios, y el día de hoy esta cita es aquí.

La respuesta de Dios

Cuando esto sucede, Dios no se queda quieto y callado, sino que responderá. A veces vas a sentir literalmente su presencia cada vez mas fuerte afirmándote que él está ahí, a veces te guiara a recordar un pasaje Bíblico que traerá respuesta, otras veces te guiara a orar de cierta forma por cierta cosa, a veces escucharas su voz así como escuchas mi voz hoy, etc. Dios es grande e impredecible; aun así si hay algo que caracteriza cada encuentro con Dios, un elemento que no falta.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. “(Filipenses 4.6-7, RVR60) [3]

 

PAZ. Te puedo decir que cada vez que estas con Dios, habrá paz en tu corazón. A veces sucede que tratamos de orar, y nunca nos “conectamos” y salimos todo peor, si bien eso cuenta para Dios, pero no fue lo que necesitabas, por eso no hay paz. Necesitabas realmente buscar y hacer tiempo para estar con él, literalmente con EL. Hablando, compartiendo, escuchando y aprendiendo.

Cuando estas con Dios, le entregas todo a él, por más que el problema siga ahí al haber terminado tu cita con Dios, tienes paz y tranquilidad para afrontar lo que se venga, para obedecer, y para poner en práctica lo que antes te costaba.

No es bueno acercarme a Dios solo para conseguir algo, como quien se acerca a un restaurante solo para conseguir comida. A intentamos buscar a Dios esperando una experiencia espiritual, o algún tipo de trance a la tercera dimensión (LOL), no digo que no pueda suceder, pero, si tu razón de buscar a Dios es sentir algo, entonces yo diría que estas buscando algo que te haga sentir bien y no acercándote para fomentar una relación con el Padre, son dos cosas muy diferentes.  Yo me acerco a Dios, y EL hará conforme sea necesario, esta es mi confianza.

No mantengas a Dios a la distancia, acércate a él confiado, quita todo lo demás de tu mente, ponle pausa a todas las ansiedades de tu corazón y ven a hablar con Dios al respecto. Amos 5:4 dice: “Buscadme y viviréis”