Mi parte en el Cuerpo de Cristo

Prédicas para Jóvenes: Mi parte en el Cuerpo de Cristo

por Esteban Reina

Predicas para jovenes: Mi parte en el cuerpo de Cristo1 corintios 12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

14Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

27Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 30¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? 31

Desde el momento en que rindes tu vida a Cristo pasas a formar parte de su cuerpo, su iglesia, y cada parte del cuerpo es importante porque cumple una función específica que a su vez ayuda a la funcionalidad perfecta y total de todo el cuerpo. Por eso sabemos que no hay una parte más importante que la otra.

Ahora bien, ¿Cuál es tu parte en el cuerpo de Cristo? ¿Será que “ser del cuerpo” es simplemente ser un fiel miembro a una iglesia local? ¿Cuál es esa función específica y vital que tu cumples?

Algunos quizás ya lo saben pero otros no.

Por lo que esto nos lleva a una pregunta aun más grande: ¿Cuál es el plan de Dios para tu vida? ¡QUE PREGUNTA ES ESTA!  Te puedo responder que el plan de Dios para cada cristiano es que este crezca a ser una parte del cuerpo que funcione plenamente en su puesto para que todos los demás puedan funcionar en el suyo.

¿Qué pasa con un parte muerta de nuestro cuerpo? Se convierte en infección o problema para las demás partes. Primero se la trata con medicamentos para ver si responde, luego con cirugías, y sino a veces necesita un trasplante y si muere tiene que ser removida.

Lo que te quiero decir en esta mañana es que no es suficiente con solo asistir a la iglesia y ofrendar, ¡tenemos una misión que cumplir! Leer Mateo 28: 18-20.  Hay un plan que es mucho más grande que nuestra pequeña vida y nuestro propio bienestar. ¡!!Dios no te salvo para que te aburras sentado en una iglesia!!!

La fórmula para saber si usted es un miembro casi-muerto del cuerpo o un miembro activo es simple. Solo conteste la siguiente pregunta: ¿Está dando lo que usted recibe en la iglesia? Si solo viene a recibir y nunca da pues ahí está el problema, no está poniendo por obra su llamado.

Juan Carlos Ortiz, en su libro “el Discípulo” compara a los cristianos con ladrillos. Los ladrillos son para construir un edificio. Pero se pueden tener un montón de ladrillos amontonados, y así ningún ladrillo está cumpliendo su función. Pero cuando cada ladrillo es colocado uno al lado del otro con la mezcla del amor entonces se conviertes en paredes y estructuras inmovibles. Note que cada ladrillo se apoya en otro y a su vez sirve de apoyo para el que está arriba como así también los dos de al lado, ninguno es más importante que el otro.

Hay muchas cosas que podemos hacer para cumplir la gran comisión. Leamos Efesios 4:11-13 WOW! Todas estas cosas no solo se hacen desde el pulpito. Hay muchas formas de evangelizar, de enseñar, de servir, de pastorear, etc.  Pero todo esto se echa a perder cuando lo hacemos para ser vistos. Note que Dios dispone de estas habilidades en nosotros PARA LA EDIFICACION DEL CUERPO DE CRISTO. Para que alcancemos la madurez, no para buscar nuestra propia gloria.

Por esto mismo a muchos no le interesa el plan de Dios ni mucho menos servir a Dios, por que para esto es necesario que ellos den la gloria a otra persona.

Seguimos siendo el cuerpo de Cristo cuando no estamos en la iglesia. Tenemos un llamado a tiempo completo. Esto es para todos no es para los lideres. Si piensas que esto solo es para lideres y pastores déjame decirte que la única diferencia entre los pastores y tu es que los primeros han aceptado ese llamado y están viviendo en él, porque todo hijo de Dios tiene una misión y un llamado en la tierra.

¿Cómo encuentro mi parte en el cuerpo?

Esto es casi como preguntar ¿Qué es lo que quiere Dios de mí? Bueno en realidad todos somos llamados a lo mismo y ese llamado es claro, solo que nosotros lo hemos hecho muy complicado pensando que tiene que ser algo súper-especial y único que solo se aplica a mi vida. Pero no es siempre así.

El plan de Dios para todos es: Todos somos llamados a usar nuestros dones, habilidades y recursos para hacer discípulos y para edificar el cuerpo de Cristo en todo tiempo.

Tenemos la idea equivocada de que en algún momento dado se nos va a aparecer de repente un ángel brillante, nos va a dar un nombre de nuevo y nos vamos a transformar en una especie de Sansón. Y hasta que esto no suceda pues Dios no tiene nada planeado para nosotros. ESTO ESTA MAL.

Tomemos el ejemplo de Josué. Leamos como Dios llama a Josué en Josué 1:1 al 9. ¡Esto es lo que todos deseamos! Nos gustaría que Dios venga y nos diga que tenemos que hacer, como, cuando, porque y hasta como termina. ¡QUE COMODOS QUE SOMOS!

Nos estamos olvidando que este evento tiene años de estarse preparando. Dios no se le pareció a Josué solo pro que se murió Moisés, sino que hubo años de preparación, 40 años.

Ex. 33:11 – Josué era el servidor de Moisés, nada más. Lo sirvió por 40 años. Pero nosotros damos unos $30 dólares de diezmo y ya pensamos que somos dignos de que venga Dios y nos diga lo que queremos saber.

No estoy diciendo que Dios no se te puede aparecer, o un ángel, ¡o un mono volando! Solo que no esperes que esto te suceda cuando no eres capaz de obedecer lo que ya está escrito en la Biblia. ¿Acaso puede Dios confiar que vas a escuchar al ángel hablar cuando no puedes ni leer más de un capítulo de la Biblia al día? Dios ya hablo, y todo lo que dijo está escrito. Si tuviera algo mas para decirte el te lo va a decir. Tenemos que aprender a obedecer.

Ec. 9:10 “todo lo que te venga a la mano hacer, hazlo con todo el corazón”. Así comenzamos a entender la voluntad de Dios. EL problema es que decimos: “Dios no me dijo que lo haga”. Pues bien, ¿te dijo Dios que desayunaras esta mañana? ¿Entonces pro que lo hiciste? EL PROBLEMA ES SIMPLEMENTE QUE SOMOS VAGOS PERO EXIGIMOS MUCHO.

No vas a encontrar su voluntad así. Sino que comienzas a servir en lo que puedas y eso te va a hacer crecer, va a desarrollar fidelidad y compromiso. Pronto te vas a dar cuenta de que si lo haces para ti mismo no te alcanzan las fuerzas pero cuando lo hace para Dios lo haces con mucho gusto. Esto va a fortalecer tu comunión con Dios, te va a hacer un líder, y pronto estas firme, como un parte del cuerpo que cumple un trabajo especifico e importante, y ayuda a que los demás hagan lo mismo. Y un poco mas y te vas a encontrar enseñando a otros como hacer lo mismo, te comienzas a multiplicar, a hacer discípulos.

Mientras más damos mas crecemos.

Nuestro llamado

1 Pedro 2:9 Somos llamados a decir a los demás de las virtudes de Dios.

Mateo 28:16 Somos llamados a hacer discípulos, seguidores de Jesús a todos los que conocemos.

1 Cor. 12:12 Somos llamados a funcionar en esta tierra como un solo cuerpo, en armonía los unos con los otros.

Juan 15:4 Somos llamados a permanecer en El siempre.

No somos salvos del infierno para vivir en esta tierra pidiendo que se hagan las cosas como nosotros queremos, sino que estamos aquí para hacer la voluntad de Dios, y si la hacemos él se encarga de proveer para lo demás.

En algún momento nos equivocamos o nos enseñaron mal. Ser hijo de Dios no es ser un gordo comilón que solo como y come y nunca comparte, recibe y nunca da, pide y exige que el padre le obedezca; sino todo lo contrario, ser hijo de Dios es ser alguien que quiere agradar al Padre tal como Jesús lo hizo.

Le animo a que se involucre a servir de alguna manera en la iglesia, que tome parte activa en el llamado que tenemos en este mundo.