¿En Qué Creemos? La Naturaleza de Dios III


¿En Qué Creemos? La Naturaleza de Dios IV FINAL

Esta semana seguiremos con los siguientes 4 atributos de la Naturaleza de Dios. Si perdió el estudio de Semana 1 puede verlo aquí: ¿En Qué Creemos? La Naturaleza de Dios I
Semana 2 pasada puede verlo aquí: ¿En Qué Creemos? La Naturaleza de Dios II
Semana 2 pasada puede verlo aquí: ¿En Qué Creemos? La Naturaleza de Dios III

Los Atributos de Dios

9-10. Dios es Omnisciente y Omnipotente

Decir que Dios es omnisciente y omnipotente significa que no puede haber barreras  reales del conocimiento y poder de actuar de Dios. Aparte de sí mismo, Dios ha creado todo lo que se pueda conocer en el universo y sostiene su existencia. Entonces, ¿Es concebible que haya algo que él no pueda saber o sobre lo que no tenga poder? Es imposible pensar en algo que obstaculice la voluntad de Dios, a menos que Dios mismo lo permita, como en la libre elección humana de pecar. Pero esa es una circunstancia que requiere omnipotencia y, por lo tanto, no es un argumento en contra de ella.

En otras palabras, decir que Dios es omnipotente y que El es omnisciente significa que todo lo que se pueda saber del universo Dios ya lo sabe; y que todo lo que hay en el universo El lo ha creado y El lo sostiene, por lo cual, no hay nada que no este bajo su control y poder de actuar.

11. Dios es Bueno

Dios, como acabamos de ver, es la fuente como todo lo que existe y esto incluye todo lo que reconocemos como bueno. Ahora vayamos un paso más allá. Dios es la fuente de toda la existencia. Por lo tanto, Dios no puede ser malvado de ninguna manera, porque si el mal es moral o físico, se entiende correctamente en términos de lo que debería estar allí pero no lo es. Una cosa es buena dentro de tu clase (y esa calificación es importante Eje: plantas de cosecha) si tiene éxito en ser ese tipo de cosa al máximo (Eje: Planta de cosecha rinde buena cosecha). Es malo si falla (Eje: planta de cosecha no rinde buena cosecha). Ahora no puede haber ninguna cuestión de fracaso por parte del Creador; Dios es lo máximo. Y en la medida en que ser bueno es una con el ser perfecto, Dios es el Bien perfecto.

Esto puede se un poco confuso, porque tendemos a mezclar nuestra emociones dentro del contexto. No queremos decir que no existe la maldad, porque si existe; sino mas bien, queremos decir que algo es bueno cuando cumple con la totalidad de su existencia. Esto quiere decir que algo es lo mejor que puede ser y cumple su función perfectamente. En la vida humana experimentamos lo bueno y lo malo, y esto es subjetivo según la moralidad de cada persona; pero si fijamos la mirada en la naturaleza, las cosas se vuelven mas binario: bueno/malo, éxito/fracaso, vida/muerte.  Algo es bueno cuando cumple su rol y su existencia. En la naturaleza, por cause del pecado, no encontramos la perfección y por esto el mundo se deteriora pero Dios es la totalidad de toda existencia, por lo tanto Dios cumple con Su totalidad y esto es la perfección y la definición absoluta de ser Bueno.

12. ¿Dios es un “Él”? (Masculino)

La controversia más candente hoy sobre Dios se refiere al uso tradicional exclusivo del pronombre él. Casi todos los cristianos admiten que (1) Dios (el Creador) no es literalmente masculino, ya que no tiene un cuerpo biológico, y (2) las mujeres no son esencialmente inferiores a los hombres. No decir que estas son falsas, pero son distracciones engañosas de la verdad del uso del pronombre masculino para Dios.

Sin embargo, hay dos razones para defender el uso exclusivo de pronombres  e imágenes masculinos para Dios. Un problema es si tenemos la autoridad para cambiar los nombres de Dios utilizados por Cristo, la Biblia y la Iglesia. La defensa tradicional de las imágenes masculinas para Dios se basa en la premisa de que la Biblia es Revelación Divina, no culturalmente relativa, negociable y cambiante. Como dice C. S. Lewis, “los cristianos creen que Dios mismo nos ha dicho cómo hablar de Él“.

La otra razón para llamar a Dios “Él” es histórica. Excepto por el judaísmo, todas las religiones antiguas conocidas tenían diosas y dioses. La revelación judía fue distintiva en su pronombre exclusivamente masculino porque era distintiva en su teología de la trascendencia divina. Ese parece ser el punto principal de las imágenes masculinas. Cuando un hombre entra en una mujer desde el exterior para dejarla embarazada, Dios crea el universo desde el exterior en lugar de nacer desde dentro e impregna nuestras almas con la gracia o la vida sobrenatural del exterior. Como la mujer no puede impregnarse, el universo no puede crearse a sí mismo ni el alma puede redimirse a sí misma.

Seguramente hay una conexión inherente entre estas dos características distintivas radicales de las tres religiones bíblicas o de Abrahán (judaísmo, cristianismo e islam): su visión única de un Dios trascendente que crea la naturaleza de la nada y el rehusar a llamar a Dios “ella” a pesar del el hecho de que las Escrituras le atribuyen atributos femeninos como el amamantamiento compasivo (Isaías 49:15), el consuelo maternal de la madre (Isaías 66:13), el cargar y cuidar un infante (Isaías 46:3). El pronombre masculino resguarda (1) la trascendencia de Dios contra la ilusión de que la naturaleza nace de Dios como de una madre en vez de ser creada y (2) la gracia de Dios contra la ilusión de que de alguna manera podemos salvarnos solos: dos ilusiones siempre presentes e inevitables en la historia de la religión

¿[“En Qué Creemos” es un estudio elaborado y editado para www.predicasparajovenes.com por James Morgan. “En Qué Creemos” usa principios y toma recursos de ayuda de los siguientes: “Handbook of Christian Apologetics” -Peter Kreeft, “God in the Dock” -C. S. Lewis, “Foundations of Apologetics” -RZIM.]